El homeschooling, también conocido como educación en casa, es un modelo educativo por el que cada día optan más familias. Muchas son las razones por las que estas familias deciden educar a sus hijos e hijas fuera de la institución educativa formal, aunque el motivo principal, suele ser la disconformidad del sistema educativo tradicional que oferta el sistema educativo, apostando por un aprendizaje más innovador y más cercano a la vida real.
En el caso de España, la legislación educativa vigente, establece la obligatoriedad de la escolarización de menores desde los 6 hasta los 16 años, pero no prohíbe de manera explícita la educación en casa. Lo que no quita que puedas tener problemas con asuntos sociales por este tema, no solo porque exista un vacío legal, sino porque una cosa es la ley, y otra es cómo se aplique... En algunos países como Francia, Italia, EE.UU, entre otros, esta práctica no solo está legalizada, sino que tampoco está mal vista socialmente y es una práctica completamente normalizada.
Una de las principales tareas de educar, con independencia de que sea en casa o en un centro educativo, es tener en cuenta las necesidades de los niños y las niñas y respetar sus ritmos de aprendizaje, pues el eje de la educación, es el acompañamiento en los procesos de aprendizaje. Los niños y niñas construirán su propio futuro y tomarán su propias decisiones. Decisiones que marcarán su vida y que influirán en qué, quién y cómo son. Decidirán por qué camino quieren hacer ese viaje sin la necesidad de que nadie le aparte las piedras que se irán encontrando durante todo el recorrido. Por tanto, ofrecer herramientas que faciliten su tránsito con seguridad, darle alas para que puedan volar y creer en sus sueños tanto o más que ellos mismos, es el verdadero sentido de la educación.
Sin embargo, la escuela se empeña en seguir poniendo el foco en aspectos académicos y burocráticos que están a kilómetros de ese sentido.
Después de tres meses de pandemia, en muchas escuelas sigue importando más enviar los deberes on line y bien hechos que el estado emocional del alumnado y su familia. Sigue preocupando más, tener material con lo que poder poner una nota y "controlar" los aprendizajes, que el hecho de que realmente se estén generando esos aprendizajes. ¡Cuántas niños, niñas y jóvenes se habrán privado de aprender cosas interesantísimas por hacer los deberes on line!
Es evidente que la crisis que ya acontecía en nuestro sistema educativo, ha tocado fondo en este período. La administración ha dejado la pelota en el tejado de los centros, y una gran mayoría de éstos, se la ha pasado a las familias.
¿No os suena un poco a homeschooling? ¿Quién está haciendo de maestros y maestras?
¿Quién se está preocupando de preparar los contenidos para poder enseñarlos, de hacer malabares para mantener la motivación de los niños y las niñas, de intentar usar materiales de casa para procurar acercar esos contenidos a la realidad...?
Quizás, este fuera buen momento para plantear la legalización del homeschooling en España y que cada familia tenga la libertad de elegir qué tipo de educación quiere para sus hijos e hijas, ya que es la familia la que ha tenido que asumir también la responsabilidad de la escuela. Que sean las familias las que decidan si realmente merece la pena la escolarización en este momento o, sí por el contrario, es preferible dejarla para más tarde... para cuando la educación preocupe más que el dinero y para cuando la educación en la escuela, sea realmente educación.
M. Cinta Oncina
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